martes, 2 de agosto de 2011

Aloha!


Aquí estoy de nuevo. Sí, un 2 de agosto... vamos, uno de esos días en los que la gente está al solecito y pasa de actualizar el blog, aquí llega la que siempre lo hace todo al revés.

Estos meses de ausencia, mi vida ha vuelto a cambiar un poquito. Acabé el máster a finales de junio y, después de muchos calentamientos de cabeza y pocas conclusiones claras, decidí que no iba a tomar una decisión sobre donde quería pasar mi futuro; volví a Mallorca y desde entonces he ido enviando currículums tanto a empresas de aquí como a Madrid, a ver qué salía.

¿Resultado? un par de ofertas de becaria en las que me pagarían 300€ (sí, aún siendo licenciada y con un máster, ¿qué más da?), otra en la que mi sueldo sería (cito literamente) adquirir experiencia en el ámbito del comunity manager (muchas gracias por pensar en mi experiencia, pero creo que todavía no dejan pagar con eso) y antiguas compis de la tienda y amigas diciéndome que si quiero volver a ser dependienta, que les avise.

Todo muy bonito, ¿verdad?

Aún así, no me puedo quejar. Todavía mantengo la relación con mi querido amigo Inem y estoy viviendo el verano con muuuuucha tranquilidad. Voy a Madrid de vez en cuando, he pillado colorcito (normalmente soy blanca transparente) y cada día me acuesto tarde para levantarme tarde.

Por supuesto, he seguido mi rutina seriéfila-veraniega. Ya sabéis que cada verano, ante la falta de capítulos nuevos por ver (excepto True Blood y Breaking Bad), me bajo un a serie que ya esté finalizada en USA o esté a punto de acabar, y me la veo de maratón en maratón. Este año le ha tocado a Entourage (El Séquito), que va sobre las aventurillas en Hollywood de un actor de cine (Vincent Chase) y su grupo de amigos, a los que se lleva a vivir con él.


Entourage podría considerarse la antecesora de Californication. Es una serie de tíos y para tíos (aunque esto no quita q yo me eche mis risas viéndolas) en las que se plantea la vida idílica que cualquier macho-man mataría por llevar. Sin horarios de trabajo, cobrando pasta gansa de vez en cuando, con barbies siliconadas y facilonas everywhere y con tus amigos de siempre a tu lado.
Lo mejor de la serie, otra vez, uno de los secundarios. De hecho, el que empezó siendo el más secundario de todos y ha acabado teniendo más minutos en el capítulo que muchos otros. Se trata de Ari, el agente de Vincent (el que lleva traje en la foto), un personaje comiquísimo, carismático e interpretado por un actorazo que borda cualquier registro del histérico, malhablado y sarcástico Ari. Si alguna vez recomiendo esta serie (aunque en principio hay muchas otras en la lista para recomendar) será casi al 100% por él xD es brutal.

¡Y hasta aquí lo que os quería contar!
Me gustaría deciros que espero que esto se convierta en algo habitual, como antes, pero no sé si podré cumplir esa promesa.
Intentaré estrujarme la mente y volver dentro de poco con más aventurillas y cosas que contaros.
¡Hasta pronto y feliz agosto! :)