viernes, 26 de noviembre de 2010

Acción de Gracias

Hoy es el día de Acción de Gracias en USA (Thanksgiving)
Como mi blog está dedicado en un porcentaje muy alto a las series de ese país y cada día mi vida se aproxima más a la de ellos, he decidido que hoy, jueves 25 de noviembre del 2010, voy a escribir mi primera lista de "Cosas por las que doy gracias este año". Neil Patrick Harris, actor que da vida a Barney Stinson en How I met your mother, está escribiendo la suya en Twitter a cachitos y me ha inspirado totalmente, así que a ello voy...


En este año tengo que dar muchas gracias, muchísimas.
Primero, porque cuando se me cerró una puerta y me contrató mi querido INEM, se me abrió una ventana: al fin me vine a Madrid a vivir una experiencia que me está aportando y moldeando. Gracias a R, uno de mis mejores amigos y mi compi de piso nº1, que se animó a venirse y me dejó con el gusanillo para que al final yo también me animara.

Doy gracias por haber conocido a B, mi compi de piso nº2. La conocí por R. y es una roomie excepcional y una newfriend estupenda.

Gracias también a mis padres, que este año han sido especialmente fuertes y me han demostrado que nunca acabas de conocer a una persona como para anticiparte a todas sus acciones; mi mami se sale de lo común y nunca conoceré a un ser humano más bueno, generoso y cariñoso que ella y mi padre, todo coraza, este año se despidió de mí con una lagrimilla en el ojo que nunca voy a olvidar.

Tampoco puedo dejar de dar las gracias a la vida por mantener a mi lado a los mejores amigos del mundo, que me tratan como una princesita y me miman cuando más lo necesito; y a la amiga más genial que nadie pudo haber tenido. Mi vida hubiera sido taaaaaaaaaan diferente sin E. en ella. Doy gracias por ella desde que tengo uso de razón, no es una novedad.

Me siento agradecidísima por toda aquella gente que me echa de menos ahora que me he ido. Mis primos, que son mis hermanos; mi excompi de trabajo,C, que me ha aguantado durante todo el año con su mejor sonrisa; mis jefes, gente valiosa que es muy difícil de encontrar (buah, qué suerte he tenido); mis abuelas y tías, a las que adoro y que me cuidan en la distancia como pueden...

Doy las gracias también por todas esas cosas diminutas que me han acompañado este año y que me han hecho feliz en su momento, muy a pesar de que suenen frívolas y superficiales: todo aquello que me he comprado en las tiendas de ropa y que me ha dado subidón materialista; los nachos de cada uno de los restaurantes donde los hemos pedido (que han sido muchíssisimos); los Fresquitos de cereza que a veces me han dejado la boca llena de aftas por abusar de ellos; los momentos de Doritos con Ch, ¡infinitos! y las panades de carne con pasta dulce que me compraba en la panadería de al lado de la oficina... ¡cómo las echo de menos!

Por supuesto, y para ir acabando, doy gracias por las series. Gracias por las que continúan en mi calendario y, sobre todo, gracias por esas nuevas series que me han aportado tantas conversaciones interesantes y tantos nervios contenidos (Walking Dead, ojalá tú muchos años en mi ordenador). Gracias, porque justo por ellas empecé a escribir este blog y encontré a gente como Teta, Suu, MamádeJulio, Laky, Arual o Cartafol, que me escriben siempre que pueden a pesar de que no tengan ni idea de sobre qué escribo y de que no vayan muy sobradas de tiempo jejej Sois geniales, chicas.

Gracias, en último lugar y aquí paro, a mis padres (sí, otra vez) por haber decidido un día emigrar a Mallorca. Qué preciosa es mi islita y como la valoro desde aquí. Madrid cada día me gusta más y más, pero las raíces de uno tiran y yo, hasta ahora, pensaba que mis raíces no estaban en ningún sitio. Ahora sé que definitivamente están allí ¡y tirando bien fuerte!


Gracias, muchas gracias.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Crisis and the city - El relativismo distancial


 



Sigo con mi empeño por que conozcáis las sensaciones y las disonancias que estoy viviendo en mi traslado a Madrid. Nada de lo que os cuento os sonará a novedad o a gran descubrimiento; que en Madrid hace frío en invierno no es ningún secreto y lo siguiente que os voy a explicar hoy es vox populi totalmente, pero es que si soy friolera un rato largo, y eso forma parte de las características básicas "crisiles", que soy una vagota de mucho cuidado es la que encabeza la lista.

De mi casa de Palma al trabajo que tenía hasta este verano había, contados, siete minutos caminando. Siete. Pues la vuelta a casa se me hacía taaaan larga que probé, a lo largo de los 13 meses que estuve allí, varias rutas diferentes. 
De mi casa a la tienda en la que trabajé cuatro años había 18 minutos caminando y sí, yo iba en autobus. Tengo la gran suerte de vivir en una zona bastante céntrica  peeeero, por eso mismo, también es una zona estupendamente comunicada por el transporte público. Vamos, que me lo ponen a huevo.

Reiros, sí. Porque ya os podéis imaginar la cara que se me quedó el primer día que tuve la siguiente conversación con una compi del master madrileña:

Crisis: Oye!! ¿y tú por donde vives?
G.:  ¡pues estoy cerquita de tu casa! podrías venirte un día a comer. Nada, dos paradas de metro y un bus... en media horilla estás en mi casa.
Crisis: :O

Y es que aquí las distancias no son las mismas que en Mallorca (obvio y natural, ya que estamos hablando de una ciudad que triplica los metros cuadrados de mi pequeño núcleo mallorquín). Muero de la impresión cuando hay gente que me cuenta que iban cada día a Segovia para ir a clase u otros que tienen que coger autopistas de la muerte y salir de la ciudad todos los días de su vida (es decir, más de una hora en coche ida y otra en la vuelta) para ir a trabajar... flipo. 

Claro que en Mallorca la gente coge la autopista para moverse y sí, se pegan palizas para ir de un sitio a otro, obvio que algunas veces tardas una hora en ir de un sitio a otro, pero es que si nos metemos una hora y pico dentro del coche... ¡¡llegamos a Alcudia y nos salimos de la isla!! y aquí la gente hace eso y sigue sin salirse de la ciudad Madrid. No de la Comunidad de Madrid, ¡de la ciudad!. 
Que una de mis tías vive a 35 minutos de Palma y cada vez que vamos a verla suspiramos en activa y en pasiva muuuchas veces durante el camino.

Vamos, que vuelvo a pecar de pueblerina (muy a mi pesar)...



jueves, 18 de noviembre de 2010

Crisis and the city - Hace como frío, ¿no?

Estaba yo casi de camino a los Madriles cuando la gente comenzó ya a advertirme sobre lo que me quedaba por pasar, climatológicamente hablando.

Soy friolera. Muy friolera. En verano duermo tapada con una sabanita y en muy pocas ocasiones enciendo el aire acondicionado de mi cuarto. En invierno suelo dormir con sábanas de franela y/o polares, pijamas de franela y/o polares y, por supuesto, edredón nórdico. Todo esto en Mallorca, donde rara vez bajamos de los 8-9 grados, como mucho. Así que, mientras la gente se pasa el verano quejándose sobre el bochorno, el calor y la pesadez del verano, yo viviría toda mi vida en los meses de julio y agosto sin tan siquiera pensarlo. Supongo que el haber nacido un 24 de julio en Palma de Mallorca algo tendrá que ver.
La cosa es que yo me vine preparada para pasar, tal y como me dijo Suu, "un invierno largo y duro". Me hice a la idea de que pasaría mucho tiempo acompañada de la señorita bufanda y los distinguidos guantes e incluso pensé que este sería el año en el que al fin me podría hacer con unas orejeras y podría llevarlas sin pasar vergüenza.
Pero claro, no tuve en cuenta que todo esto no iba a ser sufiente. Al parecer, yo no puedo burlarme sobre los bochornos ajenos en los meses estivales porque hay gente que sufre muchísimo, sin embaaaaaargo qué guay es meterle miedo y alertar indiscriminadamente a la pobre Crisis sobre lo mal que lo va a pasar los siguientes meses. Llegué a Madrid hace exactamente treinta y dos días, y mis dos conversaciones más repetidas han sido las siguientes (por orden):

Conversación 1:
Crisis: disculpe, ¿para llegar a la calle...? (es que me apaño más con la gente de la calle que con los mapas de toda la vida)
Señor/señora: si, mira... tienes que ir para allá... (en estas conversaciones siempre suele salir el nombre de la calle Alcalá o el de O'Donell, curiosamente xD por la zona en la que vivo, claro)

Conversación 2:
Crisis: jolín, ¡qué frío!
Persona aleatoria: ¡¡¡Uuuu!!!¡¡¡lo que te queda por pasar, guapa!!! cuando llegue el invierno de verdad, verás.

La primera vez se lo cuentas a tu madre como anecdotilla, las tres primeras veces hace gracia, después de eso ya comienzas a preguntarte: ¿he hecho algo mal?¿merezco ser asustada de esta forma tan cruel?, y después de muuuchas otras veces ya divago: señores, ¿qué puedo hacer yo si va a hacer frío, además de quejarme cuando lo tenga?¿creen que vengo a Madrid a tomar el sol y lucir moreno?¿debería llorar por previsión?¿me compro un traje de esquiar para que todos podamos reirnos de la pobre chica mallorquina que no pudo resistir un verano madrileño con algo de dignidad?


Voy a intentar sonreir la próxima vez que ocurra, pero no prometo nada. Eso sí, cuando llegue junio que se preparen aquellos que se me quejen del calorcito y todos los que me han dado esa "util advertencia sobre el frío", porque puedo recordarles que lo peor todavía está por venir (y para cuando eso llegue estaré leeeeeeeeejos de aquí... muaaaaajajajajajaja!!! muaaaaaaajajajajajajaja!!!)

sábado, 6 de noviembre de 2010

Más amiguitos para Dexter

Era, como siempre, difícil a más no poder superar el final de temporada de Dexter. La cuarta fue buena, muy buena, hasta el punto de que algunos dijeron que había sido "la mejor temporada de la serie". ¿Cómo se superaba eso?¿cómo se supera a un actor secundario que ha hecho de su personaje una maravilla y cómo pasas página después de habernos ofrecido esa escena final sangrienta y traumática para Dexter y su audiencia?

Y mira que he defendido veces esta serie y siempre pienso "no volveré a decir que es insuperable porque al final se superan". Pues me toca pensarlo y decirlo otra vez... no sólo han conseguido salir del "Rita's Issue" de una manera digna para la trama y a la vez humana para los personajes principales, sino que se están reformulando de nuevo.


Esta vez no es un alter ego, ni un aprendiz, ni un fan o un maestro; esta vez nos han colado algo diferente y también se la han colado un poco al pobre Morgan. Él, que tan celosa tenía su intimidad y tanto discutía consigo mismo cuando dudaba de la cercanía con Lila o de la confianza con Miguel Prado. De repente el señorito serialkiller se ha sorprendido a sí mismo diciéndole su verdadero nombre a una extraña, descubriendo su pasado, su casa, su dark passenger y haciendo el trabajo sucio muy gustosamente.

¿Nos arrepentiremos de todo esto? seguramente. Esta vez sí lo creo... todo esto no puede acabar bien y, o a Lumen se le va de las manos y la sitúo en la mesa plastificada, o esta temporada será esa en la que el castillo de naipes se desmorona y acaban pillando a nuestro Dex por culpa de su amiguita.

¿Alguna apuesta sobre el futuro?